... El cuarto de la leña era la parte más tenebrosa de la casa, creo que nunca recorrí todos sus rincones. Cuando estaba solo ni siquiera entraba, porque estaba lleno de ratas, y suerte que también estaba lleno de gatos que las mantenían a raya. Cuando se peleaban daba mucho miedo, porque ratas y gatos gritaban de mala manera y ese ruido estridente se te metía dentro y te encogía el estómago hasta que huías corriendo Fuera era diferente y podía perseguir gatos y ratas sin miedo.
Extraído del libro "Cuando éramos felices" de Rafel Nadal, Premio Josep Pla 2012.
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